Toma de decisiones
Desarrollo profesional RRHH y psicologia
¿Por qué postergamos las decisiones que son importantes?
Habitualmente corremos detrás de la zanahoria – o la coneja – como más te guste!
Nos abrumamos con asuntos irrelevantes, no importantes y no urgentes…
Nos desorganizamos, consideramos que no tenemos tiempo para perder y seguimos a las corridas, aumentando nuestro estrés y malestar… ¿A dónde queremos ir tan apurados?
Existe un falso mito de que «ser productivos» es hacer muchas cosas… Eso es una verdadera falacia. Hacer mucho, no siempre es hacer lo mejor.
¿Identificas en que perdés tiempo sin sentido, sin que te aporte algo bueno para tu día a día? ¿Y cómo ello te hace sentir? (personas, redes sociales, noticias, conversaciones negativas, chismes, preocupaciones, fantasías, etc etc!)
Tomar decisiones importantes implica parar la pelota y mirarnos. ¿Qué estamos haciendo? ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿Qué debo corregir?
Identificar aquellos asuntos importantes en los cuales poner nuestro foco es un primer recurso, pero no suficiente… Frecuentemente volvemos a caer en la dinámica habitual de ir a las corridas, postergando aquellas decisiones que nos dijimos que era de nivel 1 de importancia y prioridad…
Desde las neurociencias, podríamos decir que nuestro cerebro tiende a economizar energía… Hacer un cambio, implica poner una serie de recursos a disposición y salir de la famosa «zona de dis-confort» lo que conllevará a un esfuerzo inicial para contrarrestar la inercia…
Desde la psicología podríamos aducir que se interponen muchas emociones como miedos, sentimientos de frustración, incertidumbre, angustias entre otros para tomar aquella decisión importante para nosotros… Y cómo toda decisión, implica perder algo, para ganar en otro lugar…
Decidir no es fácil. Establecer prioridades, tampoco. Más perdemos cuándo no lo hacemos….
Entonces, si la perdida es inherente a tomar o no aquella decisión, seamos más astutos y elijamos qué perder…