Hoy, después de más de una década de ser independiente y de acompañar a cientos de profesionales de RRHH, puedo decir que hay una gran diferencia entre un selector Freelance y el dueño de una consultora:
Un selector Freelance habitualmente:
- Intercambia tiempo por dinero.
- Trabaja gratis o a riesgo.
- No tiene una estrategia comercial.
- No sabe cómo conseguir clientes.
- Trabaja con los clientes que llegan y no sabe cómo salir a buscarlos.
- Le cuesta poner precio a sus servicios y se pregunta: «¿Cuánto le cobro a un cliente…?»
- Trabaja para otras consultoras por un porcentaje.
- Trabaja muchas horas por bajos ingresos.
- A veces siente frustración porque el esfuerzo que hace no se relaciona con su nivel de ingresos.
En cambio, el dueño de una consultora:
- Conoce el valor de su tiempo, experiencia y conocimiento, y lo hace valer.
- Busca construir una empresa rentable y sólida.
- Cuenta con una estrategia comercial para la captación continua de clientes potenciales.
- No tiene miedo ni vergüenza de vender.
- Trabaja en la diferenciación de su marca.
- Se supera a sí mismo con una mentalidad de crecimiento continuo.
- Sabe que, para hacer rentable su consultora, tiene que desarrollar y entrenar nuevas habilidades y competencias.
- Lidera su vida y su empresa.
- Se cuida a sí mismo porque conoce su valor y confía en sí.
Si sos un profesional de RRHH que busca independencia, es esencial que pienses como un dueño de una consultora y no como un freelance. El cambio empieza en tu mente y se refleja en tus acciones. ¡Transforma tu enfoque y lleva tu carrera al siguiente nivel!